Mientras En Otros Países Se Cierran Puertas, Los Venezolanos Encuentran Refugio En Perú
Karla Diez nació en Lima, es hija de peruanos, vive en el distrito limeño Pueblo Libre y trabaja en el área de mercadotecnia de una multinacional en Perú. Pero siempre que le preguntan de dónde es, responde: “Soy venezolana”.
Karla, quien tiene cerca de 40 años, pertenece a una comunidad de miles de venezolanos que forman la llamada “diáspora bolivariana”, unos 200.000 ciudadanos que en los últimos años han abandonado el país empujados por la escasez de productos básicos, la inseguridad y la crisis económica.
Viajan sobre todo a Colombia (donde el vicepresidente ha hecho declaraciones xenófobas sobre ellos), a Panamá (donde se han producido protestas con el eslogan “No más Arepas”), a Estados Unidos (donde el gobierno planea construir un muro en la frontera con México) y a Argentina (donde hay mayores controles migratorios desde enero). Y viajan cada vez más al Perú, donde han encontrado un clima diferente: el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski promulgó a principios de enero un decreto que regulariza la situación los venezolanos que buscan oportunidades en una de las economías más prósperas de la región.
El Permiso Temporal de Permanencia (PTP) es un beneficio diseñado para los venezolanos llegados a Perú antes de diciembre de 2016 —cuando Venezuela fue suspendida del Mercosur— que les permite residir de manera legal durante un año mientras consiguen integrarse a cualquiera de las categorías previstas en la Ley de Migraciones que entró en vigencia este 1 de marzo.
El trato humanitario que reciben los venezolanos ha ido acompañado de una enérgica posición ante las últimas decisiones del gobierno de Nicolás Maduro. A finales de marzo, luego de que el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela se adjudicara las tareas parlamentarias que corresponden a la Asamblea Nacional, la cancillería peruana comunicó que retiraría de manera definitiva a su embajador en Caracas. Y fue un poco más allá, llamando a los miembros de la OEA a tomar medidas ante “la evidente ruptura del orden constitucional y democrático en Venezuela”.
Una tarde de febrero, Eduardo Sevilla, el superintendente de migraciones de Perú, explicaba así la medida que contempla la situación de los migrantes venezolanos: “Nuestro presidente tuvo una serie de gestos políticos muy positivos y favorables hacia los derechos humanos. Así es que recibimos el encargo de estudiar la forma de ayudar a los ciudadanos venezolanos en el país”. Cuando se le pregunta por qué, Sevilla hace una pausa y añade: “Porque los peruanos somos un pueblo con memoria”.
CRÉDITOS:
FUENTE: https://www.nytimes.com/es/2017/03/31…